Wednesday, February 13, 2013

¿Voto Latino 2013?


 Por Jorge Luis Rodríguez

Ilustrando la política electoral de Los Angeles en el 2013, hablemos del voto étnico para dos candidatos: Eric Garcetti , y Sam Kbushyan, el primero deja vacía su silla de concejal por el Distrito 13, y el segundo pudiera sentarse en ella.
Ninguno de los dos son Hispanos, pero ambos aspiran a contar con el voto Hispano en las elecciones primarias del próximo 5 de marzo.
Las predicciones demográficas que nos ocupan desde el siglo pasado se hacen realidad con creces  ahora que el voto latino representa el 33 por ciento del padrón electoral angelino. Antonio Villaraigosa termina el período de su alcaldía y Eric Garcetti aspira a relevarlo.
El Distrito 13 incluye los vecindarios de Hollywood, Silver Lake, Atwater Village, Echo Park, Elysian Valley y Rampart Villaje.
La última gran carrera electoral por el Distrito 13 había sido entre dos candidatos en el 2001: Mike Woo, y Eric Garcetti. En el 2013 encontramos  un maratón sin precedentes, con doce candidatos.
Al poner sus cartas sobre la mesa de los arquetipos y las generalizaciones, se supone que los candidatos de raíz étnica latinoamericana tendrán el beneficio del llamado Voto Latino.
Activistas sociales y comentaristas políticos, sienten que es un asunto de orgullo y beneficio comunitario  que vayamos a las urnas en marzo, listos para elegir “a uno de nosotros” para las posiciones del gobierno local.
Así las cosas, entre comentaristas y sectores de opinión, algunos cuestionan el abolengo Latino de Eric Garcetti, de 42 años, por parecerles muy lejana la herencia de su bisabuela mexicana  Guadalupe Delgado. En el caso de Sam Kbushyan, de 33 años, sus raíces étnicas son armenias.
En el terreno cultural, anotemos que Eric habla y lee perfectamente el idioma español. Sam habla “español de la calle” que aprendió mientras crecía en Hollywood, entre los muchachos de su edad, con los que se confundía tanto que su padre siempre lo estaba regañando y repitiéndole que él no era latino, sino armenio.
Sam es director del Immigrant Charitable Foundation con oficinas en el Este de Hollywood y Glendale,  trabajando por igual con Latinos o Europeos.
Creo que mucha gente, pese a un siglo de celuloide cruzando la mente de medio mundo, todavía no acaba de aceptar qué es realmente Hollywood.
Para los que llevamos una vida en el Distrito 13 de Los Angeles, crecer en Hollywood significa viajar con un pasaporte singular hacia la universalidad.
Vivir y trabajar en Hollywood no es sólo  la maravillosa frivolidad de la industria del entretenimiento. Vivir Hollywood, es vivir expuesto al pluralismo y el cambio. Es aprender a respirar a todo pulmón urbano de esta Babel de concreto.
En el mestizaje más allá del idioma y del color de la piel. Más allá de la superficie de las ilusiones, allí donde se teje la verdadera madeja de los sueños.
Al pensar en el acto de gobernar  y en el gobierno de Los Angeles y  los suburbios de su capital de los sueños, Hollywood, no puedo dejar de aceptar la dimensión de aquel bisabuelo Garcetti , un inmigrante italiano que murió en la Revolución Mexicana.
Cuando pienso en el padre de Eric, antes de recordar al ex fiscal de distrito Gil Garcetti, recuerdo sus fotografías en blanco y negro retratando la magia del ritmo en las escuelas de baile cubano…
Cuando pienso en los armenios no tengo que irme a buscar los orígenes entre la diáspora del imperio otomano, me basta recorrer los últimos cincuenta años de las comunidades cubana y armenias, creciendo de una generación a otra entre Hollywood y Glendale.
Y me pregunto en este baile de las semejanzas, cuáles son los pasos más importantes, será qué tomamos casi el mismo café fuerte, negro como la tinta… ¿O que no hay nada como un buen tabaco después de cenar?.
Y a veces lo que nos une no son los votos étnicos, ni las palabras de ningún político, sino los pasteles de Portos.
Ahora mientras escribo, veo desde mi ventana el legendario letrero de Hollywood, y pienso que a veces, cuando como ciudadanos del Mundo se nos concede el precioso derecho a votar por nuestro destino, deberíamos aprender a crecer, cada día más.

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